lunes, 20 de junio de 2011

¿Torneos o partidas cash?

Hace unos meses, cuando aún trabajaba en Poker10Argentina, semanalmente publicaba algún artículo de interés general que no necesariamente trate de teoría del juego. En la primer semana de marzo y días después de haber recibido el libro 'Treat your poker like a business' de Dusty Schmidt, publiqué un capítulo de bastante interesante que yo mismo traduje (libro en una mano y teclado en la otra). El texto hace una comparación entre el poker de torneo y las mesas cash un poco cruda y realista, aunque tal vez (a mi modo de ver las cosas) con cierto favoritismo por las partidas cash. Antes de dejarlos con el artículo, no puedo hacer otra cosa más que recomendarles comprar el libro y disfrutarlo, ya que además de ser de una lectura muy amena nos regala conceptos muy valiosos para la vida de cualquier grinder que piense en este juego como un medio de vida.

Sin más, los dejo con:

¿Torneos o partidas cash?

Cada negocio debe tener muy en claro dónde invertir su tiempo y dinero, siendo estos sus dos productos clave. Llevándolo a mi poker como un negocio, yo invierto mi tiempo y dinero en las partidas cash.
A menudo me preguntan, ¿cómo superar el atractivo de los torneos? No es nada fácil. Como un jugador de cash-games, vas a estar jugando y tomando decisiones difíciles todo el día, cada día. No hay nada glamoroso en eso. Es cierto, yo juego high stakes y puedo decir: “Hey, hoy gané $20,000.” Pero para los jugadores de niveles bajos, que trabajan duro por ganar unos pocos de cientos de dólares cada día, no es glamoroso en absoluto.

En los torneos es donde está la gloria. Si muchísima gente juega un torneo un fin de semana, el primer puesto puede llegar a significar unos $300,000 o $400,000. Eso es una tonelada de dinero – básicamente, una casa. Tener un día así no es ni remotamente posible en cash-games. Si empezás como lo hice yo, con sólo $1,000 a mi nombre, es muy difícil alejarse de la atracción de los torneos.

Pero el éxito en torneos se basa casi por completo en la suerte. El azar es un factor que se aplica en cada mano que juguemos, pero luego de una cantidad considerable de manos la habilidad prevalece y es la que genera ganancias. Eso es una buena noticia para los jugadores de cash, que repiten las acciones miles de veces online. ¿Pero qué tan bueno es eso para los jugadores de torneos?

A diferencia de las partidas cash, en los torneos las ciegas y el ante suben constantemente. Esto fuerza a los jugadores a jugar más manos para seguir incrementando el tamaño de sus stacks. Si fallan a la hora de construir su pila de fichas, eventualmente las ciegas y el ante van a ser muy grandes con respecto a su stack y, cuando esto pasa, el azar pasa a ser un factor más importante que la habilidad. El jugador va a necesitar elegir una mano para ir all-in preflop (habilidad) y esperar (azar) ganar. En otras palabras, va a estar intentando tener suerte.

Las estructuras de un solo día sólo aumentan la necesidad de la suerte para ganar. Si el torneo tiene una enorme convocatoria de jugadores o si los niveles duran poco tiempo, la suerte se convierte en un factor cada vez más grande.

La habilidad no es lo suficientemente importante en los torneos. Si en uno hay 10,000 jugadores registrados, las chances de un gran jugador de llevarse la victoria son sólo mejores a 1 en 10,000. El campeón de la World Series of Poker Dan Harrington, una vez hizo una gran analogía: “Los torneos son básicamente una lotería,” dijo. “Algunos jugadores son muy malos y están dentro de la lotería pero ni siquiera tienen un boleto. Puede que el jugador medio tenga un boleto. Un muy buen jugador tiene dos o tres, y los grandes jugadores tienen cinco o seis boletos. Pero sigue siendo una lotería.”

Esto significa que dependes demasiado de la suerte en un torneo. En un negocio, ¿perderías el tiempo y la inversión de una venta cuando el azar es el factor principal de la misma? No, no lo harías. Por eso es que yo soy un profesional de partidas cash. Mi habilidad gana mucho más de lo que no lo hace, lo que me convierte en una persona consistentemente ganadora.

Los torneos se desvían de la idea principal, que es la de tener unos ingresos constantes. En un momento hablé sobre la importancia de hacerse especialista, “un pony de un solo truco”. Si jugás torneos vas a tener que centrarte en diferentes tipos de poker y hay muchas cosas que pueden salir mal, y la única manera de que las cosas resulten realmente bien es teniendo suerte.

El problema de ser un profesional de torneos es que todo tu año se centra en el resultado de un pequeño número de eventos. El gráfico de un jugador de cash va a subir y bajar muchísimo, pero lo más probable es que siempre tenga una tendencia hacia arriba. El gráfico de un jugador de torneos no es tan así.

Sobre un período de un año, un jugador de cash que haya ganado $300,000 debería tener un gráfico que constantemente vaya hacia arriba. Un día va a perder $8,000, para luego ganar $10,000 – lento y constante. El gráfico de un jugador de torneos va a tender a descender de a poco pero constantemente, con una ocasional subida masiva. En última instancia, el azar tomará un rol importante a la hora de determinar la frecuencia y la importancia de esas subidas.

Para los jugadores en vivo, los torneos son el pináculo y eso hace que el encanto sólo aumente. La fama es increíble. Si le podés hacer un bluff a Phil Ivey en la televisión, sos un héroe para toda la vida. Para mí, de todas formas, eso no vale la pena. No te vas a hacer famoso haciendo lo que yo hago, pero el objetivo en esto es ganarse la vida, no poner todo en riesgo. Si hablamos de un negocio lo más rentable posible, es recomendable que se queden en las partidas cash.

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